La ciudad
primada de Toledo cuenta con una procesión de Corpus de las más famosas y
conocidas de la península ibérica.
La tradición
de celebrar fiestas por las fechas del corpus está tan arraigada en la ciudad
que la celebración religiosa continua realizándose en la mañana del
Jueves. La ciudad se engalana de bellos
altares y todas las calles por donde irá
la procesión lucen las “velas” en señal de respeto al Santísimo.
El elemento
más destacado es la custodia de Enrique de Arfe realizada entre los años 1515 y
1523, que alberga en su interior el ostensorio de oro obra de Jaume Aimeric y
que perteneció a la reina Isabel la Católica, cuenta la tradición que fue
realizado con el primer oro que llegó de las Américas. La custodia en plata
sobredorada mide 309 centímetros y es
una de las piezas más destacadas del arte de la orfebrería en el mundo.
Fotografías:
Andrés Iglesias Maqueda.