Después de quince años cerrada al culto , la iglesia de Santa Catalina de Sevilla ha vuelto a abrir sus puertas, después de un complejo proceso de restauración el templo ha recuperado su pasado esplendor y las hermandades residentes en dicho recinto han podido regresar después de muchos años en la parroquia de San Román.
Muchos sevillanos no se acordaban de cómo era dicha iglesia y otros que guardábamos en la retina la distribución de los retablos e imágenes lo hemos encontrado notablemente cambiado pues ahora está limpio y resplandeciente, sin polvos, ni humedades y con una nueva iluminación. Una pena que durante tantos años las diferentes administraciones, Ayuntamiento, Consejería de Cultura y Arzobispado no se hayan puesto de acuerdo a la hora de pagar la necesaria restauración, porque al final el problema del paso del tiempo no se puede evitar pero agilizar los fondos monetarios para realizar la obra, nunca se deberían haber demorado tanto tiempo. Pero al final ha merecido la pena el esfuerzo realizado para recuperar esta joya de la arquitectura religiosa de la ciudad de Sevilla.