La Hermandad de la Santa Cena instaló en su sede canónica la iglesia de los Terceros durante los días de la semana santa varios altares con motivo de la no salida procesional del Domingo de Ramos.
El altar principal estaba formado por las
figuras del misterio del paso procesional situadas en el presbiterio del templo,
emulando de alguna manera el famoso fresco de la “última cena” de Leonardo da
Vinci.
En los
altares laterales del crucero se situaban los otros dos titulares, el Cristo de
la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora del Subterráneo.