En el siglo XVIII el intendente de la ciudad de Sevilla, el famoso Pablo de Olavide decidió ordenar la urbe colocando en sus calles, plazas, casas, barrios y manzanas unas placas cerámicas indicando los nombres y los números para el mejor conocimiento de los ciudadanos de la ubicación del caserío urbano. Todavía se encuentran presentes en el callejero muchas de esas placas que debemos conservar como una reliquia de tiempos antiguos.
En el siglo
XXI el artista sevillano Ricardo Suárez realiza una muestra de sus últimas
obras en la Fundación Cajasol bajo el nombre de “Vanidades”, entre las obras
expuestas hay una que recuerda a las “placas cerámicas de Olavide” puesto que
están realizadas en cerámica y tienen el mismo tamaño y forma que las originales,
es una reinterpretación de las mismas, algunas recurren a términos cofrades,
son precisamente éstas las que les destacamos a continuación.