En estos días de finales del mes de junio la parroquia del Sagrario ha mostrado al público la restauración que ha sufrido el cristo de la Misericordia que forma parte del conjunto escultórico de la piedad en la escena del descendimiento del retablo que preside el altar mayor.
El conjunto
fue realizado entre los años 1665 y 1669 por los artistas Francisco Dionisio de
Ribas en las labores de talla y carpintería, Pedro Roldán como autor de las
esculturas y relieves y Juan Valdés Leal como realizador de la policromía.
Es conocido
por el sobre nombre de los “Vizcaínos” pues se encontraba en una capilla del
Convento Casa Grande de San Francisco perteneciente a este colectivo de
ciudadanos oriundos de Vizcaya, con motivo de la desamortización el convento es
demolido y el retablo se salva con su traslado en 1840 al presbiterio del
Sagrario.
La
Delegación Diocesana de Patrimonio Cultural del arzobispado y la propia
parroquia han aportado los fondos necesarios para su restauración que como se
aprecia en las imágenes está resultando magnífica.
Aún
continúan las labores de restauración del resto del retablo que es una joya del
barroco sevillano.