" Esto
que les mostramos no es ninguna novedad, más de alguna vez en la semana santa
de Sevilla ha ocurrido el hecho de que se rompa el llamador y el capataz tenga
que recurrir al uso del martillo, nunca mejor dicho de forma literal. Lo que no
es tan fácil es cogerlo con las manos en la masa como en esta ocasión. Sucedió
el pasado mes de noviembre durante el transcurso de la procesión de la Virgen
Milagrosa del barrio de Begoña."