En ocasiones hay que aprovechar las vacaciones para acercarse a lugares de los que normalmente no podemos disfrutar por tiempo o lejanía. Vamos a trasladarnos en esta ocasión a la zona este de la comunidad de Cantabria y a la zona centro del País Vasco.
En primer lugar, nos encontramos con un magnífico conjunto
escultórico formado por la Dolorosa, San Juan Evangelista y el Santo Cristo de
la Agonía, presidiendo el retablo mayor de la parroquia de San Pedro de Limpias
(Cantabria). Está documentado que la imagen proviene de la ciudad de Cádiz y se
atribuye a la escuela sevillana de finales del siglo XVII. Está escoltado por
las dos citadas imágenes de talla completa atribuidas a algún escultor genovés
que trabajaba en Cádiz en el siglo XVIII. A finales del citado siglo la imagen
llega a Limpias, presidiendo desde entonces el retablo mayor del templo,
llegando a alcanzar una fuerte devoción que incluso constatamos mediante
retablos cerámicos localizados en Andalucía de principios del siglo XX.
De Cantabria nos trasladamos a la comunidad vecina del País
Vasco para ver otro Cristo titulado de la Agonía, de una categoría artística
extrema. En la provincia de Guipúzcoa, se encuentra la hermosa localidad de
Vergara y en su parroquia de San Pedro, en la única capilla que contiene el
interior de este templo, se ubica esta talla de incalculable valor. No en vano
es una obra documentada del célebre escultor cordobés Juan de Mesa, que talló
en Sevilla en 1622. Llegará a Vergara en 1626. La obra fue un encargo del
vergarés Juan Pérez de Irazábal, contador mayor de la Real Hacienda de Sevilla.
Fue un regaló a su pueblo, suponiendo desde su llegada un fuerte impacto a la
población de la zona. La imagen sin duda es portentosa en cuanto al tamaño, el
estudio anatómico y la expresión de su rostro. Necesita sin duda una urgente
restauración para devolver a la policromía su esplendor perdido.
Os dejamos una fotografías tomadas a ambas imágenes.
Fuente y Fotos: Manuel Pablo Rodríguez Rodríguez.