Mucho se
comentó en la pasada semana santa sobre las altas temperaturas soportadas para
la época primaveral en la que estábamos. A los cofrades no nos importa pasar
calor, lo verdaderamente importante es que la climatología no nos amargue el
disfrute por la tan temida lluvia. Así que si el Domingo de Ramos hace cerca de
las nueve de la noche 29 grados por tan contentos.