La cerámica es un arte tan arraigado en nuestra
tierra que es normal que a través de los tiempos se haya vinculado con nuestras
hermandades y cofradias. En primer lugar en forma de encargos de retablos
cerámicos representando a los titulares de cada una de ellas como elemento
devocional y de exorno en las fachadas de nuestros templos y viviendas.
Una manifestación tan plástica como la semana
santa, sus procesiones y todo lo que las rodea es lógico que fuera un motivo de
inspiración para los ceramistas.
Les mostramos varios ejemplos de ello desde
azulejos populares con imágenes de los nazarenos y armaos de la Macarena, hasta
otras de mayor calidad artística como la procesión de la Hermandad de Montesión
de Enrique Orce que abre este artículo.