miércoles, 25 de abril de 2018

Paños de la Verónica.


En Sevilla las hermandades del Valle y la de Monserrat todos los años encargan a conocidos artistas de la ciudad la realización de sendos paños para que los porte la Santa Mujer Verónica en sus salidas procesionales. En el caso de la Hermandad del Valle lo lleva la imagen de la Verónica que figura en el paso de misterio de Jesús con la cruz al hombro camino del calvario y en el de la Hermandad de Monserrat el paño es portado en sus manos por una hermana vestida de Verónica que figura en el cortejo del paso del Cristo de la Conversión.
En el presente año los encargados de realizarlos han sido los pintores Guillermo Paneque para la Hermandad del Valle y Francisco  José García Rodríguez en el caso de Monserrat.
Viendo ambas obras la polémica está servida puesto que las dos se salen de lo que están acostumbrados los cofrades sevillanos. Innovar, hacer algo diferente, original, creativo y de calidad cada día es más complicado pues ya está casi todo inventado. Intentar aportar algo novedoso a la semana santa siempre es encomiable y es de agradecer que los artistas se empeñen en conseguirlo, pero también hay que comprender que existen unos límites lógicos, hacer un paño donde se supone se encuentra la imagen del rostro de cristo por muy transgresor que se quiera ser, no conviene “quedarse” con el personal, máxime cuando en palabras textuales del autor Guillermo Paneque nos dice “ El paño es un espejo que deja ver la verdad y no la apariencia total. Los cambios se producen a través de los colores que vemos. Revela la verdadera condición de Cristo, es Dios hecho hombre con todos sus padecimientos”.  Arte conceptual lo llaman, pero por más veces que lo veo yo no encuentro nada de lo que dice,
más bien parece que ha convertido el paño en una servilleta con manchas de color rojo y mostaza después de comerte una hamburguesa. Puede que en el salón de tu casa quede resultón pero entre las manos de la imagen de la Verónica componiendo la escena del camino al Gólgota, sinceramente, no lo llego a comprender. No capto el concepto ni el sentido que le ha querido aportar el pintor.