MÁLAGA. VIRGEN DE LOS DOLORES: 25 AÑOS CORONADA (1986-2011).
La Archicofradía de la Expiración, broche de oro de los desfiles procesionales del Miércoles Santo malacitano, ha conmemorado en este mes de octubre el 25 aniversario de la Coronación Canónica de su titular mariana, la Virgen de los Dolores Coronada. Diversos actos han culminado con un Pontifical en la Catedral de Málaga, que tuvo lugar el pasado sábado, 8 de octubre. Por este motivo la Virgen fue traslada desde su sede en la Parroquia de San Pedro, en pleno corazón del casi desaparecido barrio del Perchel, hasta el primer templo de la ciudad.
Para ello, tuvieron lugar tres procesiones de traslado. Una primera, desde San Pedro a la Catedral en la mañana del sábado, en un Rosario de la Aurora entre las 8 y las 10 de la mañana. Más tarde, a eso de las 2 de la tarde, tuvo lugar una pequeña procesión que fue desde la Catedral hasta la casa hermandad de Estudiantes, sita en calle Alcazabilla, lugar donde se entronizó la Virgen en sus andas procesionales bajo palio, desde donde partió la gloriosa procesión de regreso al Perchel, a partir de las 7.30 de la tarde.
Durante todo el sábado pudimos acompañar a la bella Dolorosa de Asensio por distintos enclaves, en distintos tronos y con diverso acompañamiento musical. Por la mañana se trató de una comitiva más cofrade, más de la hermandad, con el rezo del Santo Rosario y los sones de una capilla musical. Por la tarde-noche fue el apoteósis de una procesión gloriosa y multitudinaria, más aún con el valor añadido de la suspensión por lluvia del pasado Miércoles Santo. Cofrades de toda Andalucía se dieron cita en Málaga para disfrutar del trono con mayúsculas, del genuino trono malagueño de Virgen en metal plateado, con un inmenso manto, cuatro arbotantes y una peculiar disposición de las barras de palio y una ubicación atrasada de la Señora. Sin dudas una jornada para el recuerdo, y en especial el paso por calle Ancha y la visita al templo carmelita donde la dolorosa perchelera fue saludada por la Virgen del Carmen.
Agradecimiento por las fotografíass a nuestro gran amigo José M. Leiva.