La Hermandad de la Hiniesta instaló en su sede canónica la iglesia parroquial de San Julián durante los días de la semana santa un altar con motivo de la no salida procesional del Domingo de Ramos. El altar consistió en colocar el paso procesional del Cristo de la Buena Muerte en el presbiterio del templo, sobre la mesa del paso se encontraba el crucificado acompañado de María Magdalena y María Santísima de la Hiniesta Dolorosa ataviada de hebrea formando un singular calvario.