Los meses de verano son propicios para que las hermandades sevillanas realicen obras de restauración y mejora de sus templos lo que posibilita que a veces se produzcan imágenes insólitas o poco frecuentes. Este es el caso de la Hermandad del Buen Fin que por obras en su templo de San Antonio de Padua ha trasladado a sus sagrados titulares hasta la parroquia de San Lorenzo.
El
crucificado y la Virgen de la Palma se encuentran situados en el presbiterio
delante del altar mayor del templo y así estarán hasta que acaben las reformas
en su sede canónica.