Una de las joyas artísticas de la ciudad de Sevilla y que durante muchísimos años ha estado oculta a los sevillanos es la iglesia del convento de Santa Clara. Después de siglos de clausura y de años de obras de restauración, se volvió a abrir al público a finales de febrero de manera extraordinaria, es en esas fechas cuando aprovechamos para contemplar la belleza del edificio y admirar sus obras de arte que en las fotografías que a continuación se acompañan nos dan idea del conjunto artístico tantos años invisible a los ciudadanos.
El retablo
mayor es obra de Martínez Montañés y sus discípulos entre los años 1621 y 1626.
Los relieves
laterales representan la Imposición del hábito a Santa Clara, un Milagro de la
Santa, Nacimiento de Cristo y la Asunción de la Virgen. En el ático se
representa la Santísima Trinidad y los santos representados en las calles
laterales son San Antonio de Padua, San Buenaventura, Santa María Magdalena y
Santa Inés. En la hornacina central presidiendo el retablo, aparece una
escultura de bulto redondo de Santa Clara, por encima se encuentra la imagen de
la Virgen del Rosario, añadida posteriormente.