El viernes 7 de noviembre salió en procesión extraordinaria de ida, la Hermandad del Museo para dirigirse a la catedral de Sevilla con motivo de cumplirse los 450 años de su fundación y celebrar allí una misa solemne presidida por el Señor Obispo para conmemorar tan destacado aniversario. El sábado 8 se realizó la procesión de regreso a su sede canónica.
La virgen iba en el paso del
crucificado representando la escena del Stábat Mater, arrodillada a los pies de
la cruz delante del Cristo de la
Expiración. Nuestra Señora de las Aguas lucía un manto cedido por la Hermandad
de la Quinta Angustia, un puñal en su pecho, cosa poco frecuente de ver en esta
dolorosa y sus manos entrelazadas originales. El paso se completaba con los
candelabros cedidos por la Hermandad de la Cena de Jerez de la Frontera que en
su día pertenecieron al paso del Cachorro.
El acompañamiento musical lo realizó
en la ida, la Escolanía de María Auxiliadora de la Trinidad y en el regreso la
Banda de Música de La Oliva de Salteras.