En la iglesia del convento de Santa Isabel de Sevilla, regido por las Madres Filipenses se encuentra una de las joyas de la imaginería barroca de Sevilla y que para muchos resulta bastante desconocida, al no ser una imagen procesional y el templo donde se encuentra casi siempre está cerrado. Nos referimos al crucificado de la Misericordia, obra documentada de Juan de Mesa realizada en 1622. Este Cristo fue restaurado en 1999 y gracias a ello se encontró en su interior un documento que ponía que la imagen fue un encargo de Fray Domingo de los Santos en enero de 1622 siendo entregada la obra el 7 de noviembre de ese mismo año. Al hacer las radiografías pertinentes se comprobó que el Cristo originalmente estaba muerto y que con posterioridad Juan de Mesa le abrió los ojos y le tapó la llaga del costado. Es una escultura en madera de cedro policromada que representa a un Cristo vivo clavado en cruz arbórea mediante tres clavos. En cuaresma de este año 2014 la imagen ha sido puesta en devoto besapiés por primera vez que nosotros sepamos lo que ha contribuido para que sea más conocida esta obra de arte en la ciudad por el público en general.