Con motivo
de celebrarse el bicentenario de la Madre Dolores Márquez, la orden de las
Madres Filipenses establecida en el Convento de Santa Isabel de la ciudad de
Sevilla organizó un besapiés y besamanos extraordinario en su templo.
Para ello
compuso un bello e inédito “stabat mater” con la imagen del crucificado de las
Misericordias, obra de Juan de Mesa y que pertenece al convento junto con una
magnífica dolorosa, atribuida a Pedro Roldán que se encuentra en la Iglesia de
San Alberto, perteneciente a la misma orden. Esta imagen se encuentra situada
en el altar mayor de dicho templo a una altura elevada por lo que fue una
maravillosa oportunidad para poder contemplarla de cerca y admirar su belleza.