La hermandad
del Santísimo Cristo de la Sed y Santa María de Consolación, Madre de la
Iglesia está celebrando en el presente año su cincuenta aniversario
fundacional.
Entre los
diversos actos organizados para conmemorar la efemérides se encuentra esta
exposición que tiene por título “ Tengo Sed” donde se hace un recorrido por la
historia de la Hermandad y se muestran los enseres más destacados de su
patrimonio artístico y procesional.
La muestra
estaba programada para los días 13 al 22 de marzo, en plena cuaresma, pero los
acontecimientos de la declaración del estado de alarma por culpa de la
pandemia, ha hecho que no se haya inaugurado hasta el día 26 de mayo, quedando la
sede de la fundación Cajasol durante todo este tiempo como “almacén” de todos
los enseres allí depósitados para su exposición pública.
En esta
cuarta entrega les mostramos diversas piezas de orfebrería, en primer lugar la
imagen de la Virgen de Consolación de Utrera que va en la entrecalle del palio
obra de orfebrería Andaluza en 1972.
El llamador
del paso de palio también obra de orfebrería Andaluza en 1994.
Los
diferentes barquitos que portan las vírgenes con la advocación de Consolación,
en primer lugar la que da origen a esta tradición, obra anónima datada en 1579
es una donación del capitán Rodrigo de Salinas a la virgen de Consolación de
Utrera.
El barquito
de la Virgen de Consolación de los Terceros es una obra anónima del siglo XVII.
El barquito de
la virgen de Consolación de Carrión de los Céspedes es una obra anónima del
siglo XIX.
El barquito
de Santa María de Consolación , Madre de la Iglesia es una obra de Fernando
Marmolejo Hernández en 2014.
Las
potencias del Santísimo Cristo de la Sed están diseñadas por Fernando Marmolejo
Camargo en 1998 y realizadas por su hijo Fernando Marmolejo Hernández en 2009.
También les
mostramos la saya “ de las cadenas” realizada en 1994 por el bordador José
Ramón Paleteiro y la saya “de los luceros” obra diseñada por David Calleja y
realizada por el taller de bordados de Charo Bernardino en 2014.
En último
lugar las gubias con las que tallara Luis Álvarez Duarte al Cristo de la Sed,
donadas en 1970 a la hermandad.