martes, 29 de noviembre de 2022
Besamanos extraordinario en la Hermandad de la Resurrección.
La Hermandad de la Resurrección de Sevilla ha celebrado como colofón a los actos del cincuenta aniversario fundacional un besamanos extraordinario en su sede canónica, la iglesia de Santa Marina.
Ambos
titulares se dispusieron en el presbiterio del templo, en primer término la
Virgen de la Aurora y detrás el Resucitado que estaba acompañado por un romano
y un ángel pertenecientes al paso del Resucitado de Sanlúcar de Barrameda,
rematando el altar la custodia de la Hermandad de Santa Genoveva.
jueves, 24 de noviembre de 2022
Cristo de Confalón, un paso único. 3ª parte y última.
El paso del Cristo de Confalón reúne una serie de singularidades que lo convierten en un paso único.
La imagen
del crucificado va sobre una peana del siglo XVII que ocupa toda la superficie
del paso, ésta se alumbra por candelabros de guardabrisas, donde las tulipas
tienen lágrimas de cristal. La cruz es de taracea y el cristo se agarra en las
manos y pies por tres azucenas doradas que hacen la función de los clavos. El
paso es portado a hombros por los “hermanos de paso” que tienen la
particularidad de ir descalzos al igual que el “hermano martillo”, que es una
forma literal de llamarlo ya que porta en su mano un martillo de los de toda la
vida, que hace las funciones de capataz. La cuadrilla de cargadores recibe una
denominación sui generis, la “remúa” existiendo dos, la grande y la chica
equivalentes a alta y baja.
Procesión Extraordinaria del Santísimo Cristo de Confalón de Écija. 2ª parte.
En la mañana del domingo 13 de noviembre se celebró en la ciudad de Écija la procesión extraordinaria del Santísimo Cristo de Confalón, obra de autor anónimo datada en el siglo XVI, imagen titular de la Hermandad de Sagrada Columna y Azotes y Nuestra Señora de la Esperanza con motivo de la entrega de la medalla de honor de la ciudad al crucificado. El paso es una joya del siglo XVII, es portado al estilo ecijano, único que aún perdura. Tiene unos detalles que lo hacen ser una singularidad, como los candelabros de tulipas con lágrimas de cristal, la ausencia de clavos en el crucificado, pues está sostenido en pies y manos por azucenas de oro, la cruz de taracea y la forma de llevarlo sin acompañamiento musical, ya que este es sustituido por el continuo grito de vítores realizado por los hombres de paso (cargadores).
La procesión
discurrió desde la iglesia mayor de Santa Cruz donde se produjo la entrega de
la medalla de honor, a las plantas de la Virgen del Valle, patrona de la
población hasta llegar a su sede canónica la iglesia de la Victoria.