El segundo
fin de semana de cuaresma nos ha traído la desagradable noticia de que por
causa de la pandemia del coronavirus el arzobispado ha aconsejado que los
tradicionales besamanos y besapiés a nuestros sagrados titulares, que durante
la cuaresma se suceden por todos los templos de la ciudad , se celebren sin
besar y sin tener contacto con las sagradas imágenes para evitar en la medida
de los posible la expansión del dichoso virus que tanta alarma está
causando en todos los lugares donde
aparece. Así que cuando hemos ido a ver algunos de ellos como el de Nuestro
Padre Jesús Nazareno de la Hermandad del Silencio, el del Santísimo Cristo de
las Misericordia de la Hermandad de Santa Cruz o el del Cristo de la Salud de
la Hermandad de la Carretería, hemos podido contemplar escenas inéditas de
altares sin devotos. Como dice el refrán no hay mal que por bien no venga, si
esto lo aplicamos a los besamanos, para los que hacemos fotografías ha sido un
placer poder hacerlas sin personas de por medio, sin esperas ni molestias.