Desde el año
1943 la calle próxima a donde tenía situado su taller pasó a denominarse
“Bordador Rodríguez Ojeda” como homenaje del ayuntamiento sevillano a la figura
de este insigne creador y renovador de la estética de los pasos de palio de la semana santa sevillana.
En el año
2000, al cumplirse el setenta aniversario de su muerte la Hermandad de la
Macarena quiso rendirle un homenaje a la importancia de su persona dentro del
seno de la misma, erigiendo un monumento con su busto, obra de Luis Álvarez
Duarte que se encuentra situado junto al arco de la Macarena y enfrente de la
puerta de la basílica.