La
Pontificia, Real, Venerable y Antigua Hermandad de Nuestra Señora de la Piedad,
Santísimo Cristo del Calvario, Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y
Archicofradía de Nuestra Señora de Lourdes de Jerez de la Frontera posee uno de
los pasos de palio más singulares y llamativos de los existentes en el mundo de
la semana santa, gracias a una conjunción de detalles que lo hacen único.
En primer
lugar, todas las imágenes están fechadas en 1718, año de su bendición, aunque
de autor desconocido son atribuidas al escultor Ignacio López. Lo
verdaderamente singular es ver en un paso de palio a la virgen acompañada de
San Juan y las tres Marías.
Además el
conjunto de palio y manto bordados forman parte de los tesoros de las cofradías
sevillanas que en su día fueron vendidos a otras. Concretamente en 1930 la
Hermandad jerezana adquirió a la Hermandad de La O dichos enseres.
El palio fue
realizado en 1892 y el manto en 1891 por el taller de las hermanas Ana y Josefa
Antúnez, con diseño de Manuel Beltrán Jiménez. Fueron restaurados en 1992 por
el taller de Fernández y Enríquez de Brenes.
El resto de
piezas que forman el paso y que poseen gran interés artístico son el
sobrefaldón, realizado entre los años 1920 y 1926 el taller valenciano de Julio
Brillo, los broches del mismo son de 1968 realizados en el taller de Esperanza
Elena Caro de Sevilla.
Las piezas
de orfebrería también son muy notables, la corona de la virgen es obra de
Manuel Seco Imberg en 1940. Los respiraderos, juego de jarras y varales son
obra de Manuel Seco Velasco entre los años 1944 y 1949.
Para
terminar, destacar la particularidad de las dos “Marías” que figuran en la
delantera del paso, una con unas tijeras y otra con aguja e hilo simbolizando
la costura de la mortaja de Nuestro Señor Jesucristo.